Todo aquel empresario que durante los tiempos de crisis tuviera dinero para invertir sin duda estaba contento por el precio de los bienes inmuebles, es decir, viviendas y oficinas. Esto era así debido a la bajada generalizada de los precios de los bienes raíces por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Por aquel entonces muchas personas con dinero iban a comprar bienes que estaban muy por debajo de su precio de mercado, dado que los propietarios en muchos casos tenían deudas que afrontar o simplemente no podían pagar la hipoteca. Hablando de manera clara, muchos inversores se frotaron las manos con la situación. Eso sí, tengamos en cuenta que por aquellos años no se solía conseguir crédito de los bancos a no ser que existieran avales interesantes para los bancos.
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