Todo aquel empresario que durante los tiempos de crisis tuviera dinero para invertir sin duda estaba contento por el precio de los bienes inmuebles, es decir, viviendas y oficinas. Esto era así debido a la bajada generalizada de los precios de los bienes raíces por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria.
Por aquel entonces muchas personas con dinero iban a comprar bienes que estaban muy por debajo de su precio de mercado, dado que los propietarios en muchos casos tenían deudas que afrontar o simplemente no podían pagar la hipoteca. Hablando de manera clara, muchos inversores se frotaron las manos con la situación. Eso sí, tengamos en cuenta que por aquellos años no se solía conseguir crédito de los bancos a no ser que existieran avales interesantes para los bancos.
Hace tiempo que ha pasado esta situación, y actualmente la subida de los precios de los bienes inmuebles es más que patente en la sociedad. Lo cierto es que se compran más propiedades, tanto de nueva construcción como de segunda mano, siendo estas últimas las que tienden a venderse con más facilidad. Esto es claramente porque los bancos han abierto el grifo del crédito, permitiendo así hipotecas con condiciones más favorables a la de los años de crisis.
Si bien es cierto que es más cierto que se venden más propiedades, también lo es que las oportunidades que antes existían han desaparecido. Como decimos el mercado ha subido los precios, y ya no es tan sencillo encontrar buenos precios porque no hay ni tanta desesperación contenida.
Para encontrar buenos precios hay que acudir a especialistas del mercado inmobiliario, ya que son capaces de buscar en los círculos que poca gente conoce para encontrar a propietarios que no les importa vender por debajo del precio de mercado. Para encontrar especialistas inmobiliarios hay que recurrir a agencias inmobiliarias con experiencia.
Uno de las agencias inmobiliarias expertas en encontrar buenas oportunidades es Segohouse una Agencia Inmobiliaria situada en el Centro de Segovia, formada por un gran equipo que posee una dilatada experiencia en el Sector Inmobiliario, que se diferencia del resto de inmobiliarias por el trato profesional personalizado, de absoluta confidencialidad, seguro y eficaz que ofrece a sus clientes.
La subida de los precios debería controlarse
Según un artículo de El País, La aceleración del precio de la vivienda ha despertado nuevos temores sobre la sostenibilidad del mercado y la gestación de una burbuja similar a la que estalló hace una década. Lo cierto es que el sector está sumido en una vigorosa recuperación.
La compraventa se incrementa a tasas elevadas, superiores al 13% en el último año. Los índices de precios elaborados por los registradores también apuntan a un fuerte encarecimiento, a un ritmo anual cercano al 10% que recuerda los crecimientos precrisis. Conviene distinguir los factores de esta subida.
En primer lugar, la inflación no es generalizada, sino que se concentra en el centro de las grandes urbes y algunos de los destinos turísticos más frecuentados del litoral mediterráneo. Además, no se vislumbra un boom del ladrillo ni una vorágine de crédito hipotecario, cuyo saldo vivo sigue cayendo.
La inversión extranjera en este segmento de mercado se ha mostrado especialmente dinámica, atraída por los precios en comparación con otros países, el auge del alquiler turístico y la exención del impuesto de sociedades sobre las corporaciones inmobiliarias (las Socimis).
La compra de vivienda por inversores, nacionales y extranjeros, presiona sobre el precio, y desplaza más demanda hacia el segmento del alquiler, provocando más inversión. Así se retroalimentan el incremento de los alquileres y el precio de la vivienda. Ese bucle inflacionista, que se parece bastante a una burbuja, perjudica a los colectivos más vulnerables y aumenta el riesgo de impago de alquileres (un riesgo que ha empezado a materializarse con un repunte de los lanzamientos por impago registrados desde 2016). También genera riesgos para la economía.
Parece justificada una acción preventiva orientada a contener la tendencia inflacionista, mediante una ampliación del parque inmobiliario de alquiler social, un ajuste sobre la fiscalidad para las viviendas que se ofertan al alquiler y una normalización del impuesto de sociedades sobre las Socimis. Además, es urgente acelerar la transición hacia la concesión de hipotecas a tipos fijos, integrando la directiva europea en nuestra normativa.