Que el trabajo es salud es una afirmación con la que no todo el mundo está de acuerdo en pleno año 2021. Es algo que a mucha gente ya le parece más un refrán anticuado que algo que se adapte a la realidad en la que nos encontramos. Los motivos son muchos y de lo más variados. Los sueldos, al menos en España, no son de los más elevados del mercado laboral ni mucho menos. Las preocupaciones que ocasiona el empleo son muchas aunque tengamos un trabajo fijo. Y, para colmo de males, hay cada vez más personas que sufren efectos como la ansiedad, el estrés o la depresión.
Es triste, pero es mejor que lo admitamos. Problemas como de los que acabamos de hablar ya forman parte del día a día de miles y miles de trabajadores a lo largo y ancho de todo el país. Es una cuestión que ha venido para quedarse y que, además, se sitúa en una línea ascendente y que va a seguir por esos derroteros si no cambia la manera de abordar el trabajo en nuestro país. Y eso está lejos de ocurrir, para desgracia de todos y cada uno de nosotros.
Vamos a analizar qué es lo que nos dicen los datos en lo relativo a un asunto como la ansiedad depresión causada en el trabajo en nuestro país. Una noticia publicada en la página web del diario 20 Minutos afirmaba que es el 40% de la población española la que se encuentra sufriendo los efectos de cualquiera de esos dos males y que, además, solo la mitad de esos afectados se trata. Por eso, solemos decir que hay dos vías para paliar estos efectos: una es la de acudir a un psicólogo. La otra, que la manera de trabajar cambie de una manera radical en España. Y ya hemos dicho que lo segundo es francamente complicado.
Las bajas por ansiedad o depresión en el trabajo se siguen multiplicando a una velocidad de vértigo en España. Y este es un mal que ha venido sucediendo en todas las actividades y en todos los sectores en nuestro país y también en todo el mundo según lo que nos ha comentado Vanessa Sanz, una psicóloga vallisoletana. ¿El remedio para evitar este tipo de bajas y de problemas? En muchas ocasiones, no tiene que ver con el dinero, sino con el reconocimiento.
Es cierto que una de las cosas que más pueden motivar a un trabajador es el dinero y que eso, para una gran cantidad de empresas nacionales, no puede ser correspondido a causa de que la empresa en cuestión es una pyme y apenas tiene para sobrevivir e ir tirando. Pero hay cosas más allá del dinero a la hora de motivar. El reconocimiento es una de ellas, el garantizar beneficios sociales como el teletrabajo o un horario flexible, el respeto, el agradecimiento… Todas esas cosas no solo ayudan a mejorar la motivación, sino que además son un punto fuerte para luchar contra la ansiedad o la depresión.
¿Con qué cosas concretas podemos motivar a los empleados para evitar la ansiedad o depresión?
De la resolución a esta pregunta se encarga la página web Equipos y Talento, que publicó un pequeño reportaje en el que indicaba que había diez maneras para conseguir esa motivación y luchar contra los efectos de la ansiedad o la depresión.
- Considerar siempre su opinión es importante porque se sentirán valorados.
- Mantener una comunicación fluida entre los responsables y empleados hará que estos últimos se den cuenta de que su trabajo y su opinión sirven para algo.
- Si mostramos interés por el trabajo de los empleados, es lógico que ellos sentirán que lo que están haciendo merece la pena.
- Establecer metas realistas es una cuestión necesaria para que, con el paso del tiempo, el no cumplimiento de los objetivos no nos juegue una mala pasada.
- Si se ofrece la posibilidad de crecer profesionalmente, el trabajador lo agradecerá siempre y considerará útil su paso por nuestra empresa.
- Un incentivo salarial también es una manera de motivar, aunque ya hemos visto que no todas las empresas se pueden permitir ofrecerlo.
- Incentivar el trabajo en equipo es algo necesario porque incentiva, al mismo tiempo, el buen ambiente laboral. Y cuando ese ambiente es positivo, es más probable que la motivación crezca.
- Permitir que la plantilla disponga de un equilibrio entre la vida personal y la laboral es indispensable para que la jornada de trabajo no sea un suplicio.
- Sacar partido de los puntos fuertes de cada empleado hará que él mismo se dé cuenta de cuál es su importancia en el seno de la entidad.
- Finalmente, facilitar todos los recursos necesarios en lo que respecta a la realización de la tarea diaria es algo que, aunque no se suele valorar demasiado, cuando falta es una fuente de desmotivación muy grande.