Ya que la amenaza de contagio por Coronavirus aún sigue latente, necesitamos mantenernos protegidos para volver a reemprender nuestras actividades y nuestros negocios. El distanciamiento social y las medidas de higiene extremas son las claves para mantener la curva de contagios en descenso hasta su total desaparición y prevenir nuevos brotes. Por lo mismo, la limpieza sanitaria y las desinfecciones profesionales serán servicios de lo más necesarios para todos los centros de trabajo y espacios públicos durante la nueva normalidad.
La pandemia de la COVID-19 ha supuesto un reto para el sistema sanitario y a la economía a nivel mundial. Sin embargo, las medidas de confinamiento adoptadas para no colapsar los hospitales se han ido suavizando a medida que decrece el número de infectados y se ha dado paso a la nueva normalidad, en la que la gente por fin puede volver, acatando ciertas normas para su protección, a sus lugares de trabajo y sus actividades de la vida diaria.
Por supuesto, esta normalidad no volverá a ser igual a la que conocíamos mientras exista el riesgo de rebrote de la enfermedad. Las mascarillas seguirán siendo de uso obligatorio en espacios públicos, tendremos que dejar un espacio de seguridad entre las personas y será imprescindible realizar limpiezas y desinfecciones periódicas de los espacios susceptibles de tener un gran tránsito de clientes.
Así, los equipos de higienización se preparan con todo el uniforme preceptivo: monos, mascarillas, guantes, nebulizadores o dispositivos de ozono, mientras responde al continuo llamado de espacios públicos que necesitan mantener sus instalaciones fuera de peligro.
“Están aumentando los servicios de desinfección y también la dificultad para acceder a desinfectantes. Las empresas que están abiertas se consideran críticas y hay que intervenir. Estamos considerados servicios esenciales en casos de emergencia como el actual, por nuestra incidencia por ejemplo en equipamientos sanitarios o de alimentación”, comenta Quim Sendra, presidente de la Associació d’empreses de desinfecció i de control de plagues de Catalunya (ADEPAP), que aglutina al 80% del sector.
“La limpieza es básica. Es verdad que han cerrado muchos negocios y eso nos perjudica, porque ahí hemos dejado de ir, pero otras empresas nos han pedido un extra de limpieza, con tratamientos más fuertes”, explica Lluïsa Piñol, otro experto en el sector de control de plagas.
“En algunos sitios se limpia el triple. También hemos extremado la precaución para evitar casos de contagio. Por ejemplo, nos pidieron ir a casa de unos mayores enfermos y pedimos un certificado médico para saber qué tienen y si debe ir un equipo integral, con la máxima protección”, continúa Piñol. En algunos casos, el negocio ha bajado por al cierre generalizado de comercios. “Hemos dejado de hacer servicios porque muchas empresas no trabajan. Sí que mantenemos las comunidades de vecinos, con más precaución. Tenemos más cuidado con los interruptores, los pomos, o los ascensores. Y usamos desinfectante”, explica.
¿Por qué son tan necesarios estos servicios para las empresas?
Como ya hemos dicho anteriormente, la desinfección sanitaria en los puestos de trabajo se ha vuelto crucial en las empresas. Según Tecnocepillo, distribuidores especializados en equipos de limpieza industrial, esto se debe a las siguientes razones:
Limpieza e imagen del negocio
Esta razón puede parecer muy evidente, pero muchos negocios lo ignoran a menudo: la imagen que proyecta una empresa influye directamente en sus clientes potenciales, tanto o más que los productos o servicios que ofrezca.
Un negocio que transmita una imagen de limpieza, higiene, orden y profesionalidad; y en estos tiempos de pandemia, de responsabilidad y protección para con sus empleados, tendrá mucho más éxito que una empresa que parezca descuidada y que pueda poner en riesgo la salud de todos.
Esto se aplica tanto a las grandes empresas como a las PYMES. Toda empresa sabe que no merece la pena arriesgarse a perder clientes solo por no invertir en un servicio de limpieza para empresas profesional o de poner en riesgo la salud de todos por la misma razón.
Limpieza y productividad de los empleados
Es un hecho, los trabajadores son más eficientes en un ambiente de trabajo ordenado, limpio, protegido y eficiente. Un ambiente laboral higiénico, en el que los empleados se sientan a gusto y protegidos siempre resultará beneficioso para la productividad.
Incluso, algunos estudios hablan de un descenso de productividad de hasta el 50% cuando los trabajadores tienen que desarrollar sus actividades laborales en un ambiente insalubre. Y es que los trabajadores improductivos y descontentos suponen un importante hándicap para la empresa. Así, los servicios de limpieza para empresas no ofrecen un servicio básico como cualquier otro, sino que también ayudan al mantenimiento del negocio de formas muy visibles.
En ese sentido, la higienización y limpieza no debería considerarse como un gasto, sino más bien como una inversión, incluso una de las más inteligentes y necesarias de cara al virus.
Protección contra el virus
Por último, pero no menos importante. Las desinfecciones sanitarias profesionales regulares son las únicas que garantizan la eliminación de los virus en las zonas críticas donde ocurre un gran tránsito de personas. Dichos servicios trabajan con equipos de nebulización y atomización capaces de alcanzar cualquier espacio susceptible de estar contaminado.
Estos equipos dispersan el desinfectante en gotas de 0,8 y 0,5 micras que los hacen inocuos incluso para los equipos informáticos. También trabajan con virucidas como los amonios cuaternarios, autorizados por el Ministerio de Sanidad.
Estos productos solo tienen un plazo de seguridad de media hora a una hora, que los hacen totalmente compatibles con los horarios comerciales más prolongados. También facilitan que se pueda establecer una frecuencia óptima de desinfección, como podría ser 2 veces al día para los gimnasios o una vez a la semana para una oficina con pocos trabajadores.
Y es que este tipo de servicios son los más idóneos para garantizar la limpieza profunda y necesaria para mantener el virus fuera de nuestros lugares de trabajo.
¿Cómo funcionan estos servicios?
Como veníamos comentando en el punto anterior, estos servicios ofrecen desde la aplicación manual de productos desinfectantes, hasta la nebulización de productos. También realizan limpiezas con vapor seco y agua ionizada, e incluso la desinfección aeróbica mediante ozono, que es tan demanda dentro de esta nueva normalidad. Este tipo de desinfección se trata de un compuesto integrado por tres átomos de Oxígeno, caracterizado por su alto poder oxidante, incluso más potente que el cloro, que le permite la oxidación y por consiguiente, la destrucción de microorganismos como bacterias, virus, hongos, esporas, etc.
Otra de las opciones más completas, por eficaz, es la nebulización, consistente en mezclar agua y desinfectante y, con la ayuda, de un aparato, esparcir minúsculas gotas capaces de llegar a los rincones más pequeños, para eliminar al virus hasta en los lugares cotidianos más inaccesibles.
La gama de productos que se emplean para combatir el COVID-19 es amplia, variada y común. “La lejía desinfecta y el jabón también ayuda a limpiar”, comentan los expertos en higienización. “El hidroalcohol funciona bien, igual que la lejía. Incluso el alcohol, aunque sea rebajado al 70%, es eficaz. Todos los proveedores van a tope y es difícil encontrar productos”.
«Es importante que la sustancia sea virucida, y no emplear cualquier producto, sino aquellos que han pasado por ensayos. Eso solo lo saben las empresas especializadas», continúan,“Hay que ir con mucho cuidado, y tener en cuenta que la empresa que contratemos esté autorizada.Se tiene que ir con ojo, porque hay algunos que se quieren aprovechar, y se ven algunos precios desorbitados”.
La desinfección a fondo es primordial para eliminar los riesgos “Los desinfectantes son muchos y algunos muy buenos. Una de las particularidades de este virus es que no es especialmente difícil de matar, incluso con una buena higiene con lejía puede servir”, pero también el Amoníaco sirve para este fin.
Eso sí, las instalaciones deben protegerse al máximo. “Hay que tener en cuenta que el virus puede estar activo hasta cinco días sobre el plástico, y en cristales hasta cuatro”. En aquellos casos más extremos, el fumigador se protege con un traje impermeable para evitar la penetración de vapores, utilizando gafas especiales, guantes en las manos y calzas en los pies. Incluso, este tipo de medidas no son nuevas para aquellas empresas acostumbradas a hacer desinfecciones para prevenir la presencia de microorganismos, lo único es que ahora tienen más solicitudes de este tipo. “Igual que las personas se lavan ahora más la manos, también aumenta la frecuencia para la limpieza y desinfección de espacios”.
Cada vez son más los supermercados o empresas de transporte que han comenzado a reclamar más servicios, además de las instalaciones sanitarias que así lo precisan, centrándose mucho en aquellos centros de trabajo donde hay personal que está atendiendo a su trabajo porque no lo puede hacer a distancia.
Incluso, algunos vecindarios han comenzado a solicitar a estos limpiadores de esforzarse también en la desinfección de elementos comunes como tiradores, botoneras, porteros automáticos o pasamanos. Además, piden especial atención en la desinfección de objetos sensibles como teclados de ordenador, monitores, ratones o manillas de puertas.