El mercado inmobiliario está dando mucho de que hablar últimamente, pues las situaciones que se están dando en las grandes ciudades con los alquileres, así como el aumento progresivo de la venta de viviendas, son temas de interés por las repercusiones sociales y económicas que derivan de los mismos.
Uno de los temas más candentes actualmente es el de los alquileres en las grandes ciudades, que se han disparado hasta el punto en el que es difícil encontrar una vivienda decente en ciudades como Madrid o Barcelona. El motivo de esto es la especulación inmobiliaria de algunos propietarios, que pretende ser reducida mediante normativas locales.
También es bastante importante el hecho de que cada vez se compran nuevas casas. La tendencia durante los últimos años en la compra de casas de segunda mano superaba con creces a las de nueva construcción. Aunque tal y como indica El País, actualmente esta situación ha cambiado.
La vivienda de obra nueva es cada vez más demandada en España. Si en 2017 había un 8% de quienes compraron casa que solo había buscado vivienda de nueva construcción, en 2018 este porcentaje se ha incrementado hasta el 15%. Y ello, a costa del grupo que tomaba en cuenta tanto las casas a estrenar como las usadas, que ha pasado del 57% de hace un año al actual 52%, según un estudio del portal inmobiliario Fotocasa.
La subida de la demanda se traduce también en un aumento relativo de las adquisiciones efectivamente realizadas de obra nueva. De todos los compradores que se plantearon exclusivamente la adquisición de una vivienda de este tipo, el 42% acabó comprándola en el último año, contra el 30% de los 12 meses anteriores. El restante 58% adquirió casas de segunda mano, lo que supone un trasvase de 12 puntos porcentuales de este grupo al otro.
Tendencias en inmobiliarias
La tecnología va a jugar un papel muy importante. La tecnología será uno de los puntos clave para el crecimiento del sector inmobiliario en 2018. En los últimos años se han intentado incorporar las nuevas técnicas tanto a las ciudades como a las viviendas y el mercado inmobiliario en sí, y 2018 puede ser el año de la apuesta definitiva por esta vía. Así, además, se lograrían optimizar los recursos, y acercarnos más al ideal de smart city.
Una muestra de aplicación tecnológica es la plataforma creada por Smar-tsell, una inmobiliaria moderna que se encarga de todas las tareas para vender una casa, sin tener el propietario que molestarse de realizar gestiones. Esta es una empresa que apuesta por un valor muy importante, la transparencia, y así lo hace con sus comisiones fijas y asequibles.
La inversión va a recuperarse y permitirá la realización de proyectos interesantes. Aunque hay una cierta inestabilidad política que ha hecho que a finales de este año las inversiones bajasen, se prevé que vuelvan a normalizarse y finalmente aumenten. Al fin y al cabo España sigue siendo uno de los países más atractivos para que los extranjeros compren una vivienda.
Los alquileres van a ser un caballo de batalla muy duro hasta finales de año. Los alquileres han alcanzado precios muy altos en 2017, y se irán estabilizando hasta regularse completamente. Ha habido una subida muy importante por el aumento de la demanda, pero los ayuntamientos se plantean regular los precios de alguna forma para hacer la vivienda accesible a todos, aunque estas normativas no llegarán con total igualdad para todos los territorios.
La compra de viviendas volverá a subir, sobre todo las viviendas de segunda mano. En los últimos años muchos ciudadanos se han sumado al alquiler por la imposibilidad de comprar una vivienda, pero gracias a la mejora generalizada de las condiciones de vida por el fin de la crisis esto está cambiando. Además, los bancos poco a poco vuelven a dar hipotecas, lo que permite a muchas personas plantearse la compra.
Las ciudades ganarán mucha importancia de cara al sector inmobiliario. Muchas ciudades de España están apostando mucho por mejorar su posicionamiento de cara al exterior. Es por eso que, además de Madrid y Barcelona, este año que viene tendrán importancia también otras ciudades. Es el ejemplo de Bilbao, escogida como Mejor Ciudad Europea 2018.