Haz de tu empresa una marca

El éxito de muchas empresas es que han pasado de ser vistas como una empresa a ser vistas como una marca. Me explico. El objetivo más claro del marketing es que tú no compres un coche porque le veas bonito o porque pienses que te va a durar mucho. La idea es que cuando tu compres algo lo hagas porque te trasmite seguridad, confianza, durabilidad, etc. Ese es el momento en el que una empresa deja de ser un nombre o un CIF y pasa a ser una marca de nuestro corazón.

Otro claro ejemplo es el que podemos poner con un restaurante de comida rápida que sirve a domicilio. La lógica nos dice que es una empresa que nos da de comer porque tenemos hambre y porque no queremos salir de casa. Pues bien, el objetivo es conseguir que tú veas a esa empresa como alguien que te da de comer en un ambiente familiar, o incluso en una cena con amigos. Entonces pasamos a adjetivos como hogareño, amistad, diversión. Pues bien, el objetivo que hoy pretendemos es convertir tu empresa en una marca.

Ensalza tus valores

Para que una empresa llegue a ser una marca tiene que saber perfectamente cuáles son sus valores. Mostrar las razones de por qué eres única, de por qué eres especial, cómo es tu cultura de empresa y cuáles son tus prioridades en los negocios. Si tienes clara tu identidad y eres capaz de transmitirla adecuadamente, lograrás que las personas se identifiquen con tu negocio. Y al final, eso es lo que queremos, que no nos vea solo como unos números, sino como algo más.

Colabora con otras marcas

Para ganarse el respeto de los clientes hay que abrirse a los demás. Son muchas las marcas que se benefician de la fama de su aliada a través de estrategias conjuntas. Nuestra recomendación es que te alíes en acciones de co-branding con empresas cuyos productos sean complementarios o funcionen bien juntos. Algunos ejemplos que podemos decirte es, por ejemplo, si eres una empresa de venta de ropa deportiva, pues haz acciones conjuntas con gimnasios o centros deportivos. Así también lograrás mostrar una imagen sana y deportiva de tu imagen. Hay muchos ejemplos en el mercado de estas acciones de co-branding.

Merchandising

Quizás pueda sonar a algo de los finales de los 90, pero está claro que todavía sigue presente. Se puede llamar como quiera, ya sabemos que ahora las cosas cambian de nombre para hacerse más modernas. Pero lo que está claro es que la publicidad sigue estando presente. Y una buena forma de pasar de empresa a marca es dando esa imagen. Para ello, recomendamos la serigrafía de productos. ¿Por qué? Pues porque si tú lo tienes en casa puede formar parte de tu vida. Así, de una forma sencilla y cómoda, podrás adquirir una cristalería única para eventos, celebraciones o para uso profesional como la que ofrece Serijerez, expertos en serigrafía en vidrio.

Éste es el gran valor añadido que ofrecen: la grabación convierte las copas y vasos en artículos únicos, con garantía de la más alta calidad y realizados con la técnica que otorga la mayor definición a la impresión y resistencia a los lavados. El color más demandado para el grabado es el símil-ácido (efecto similar al del cristal tallado) y éste será el utilizado salvo que nos informéis otra preferencia en el pedido o comunicación. Otros colores habituales son el negro, rojo, verde y azul. Así es cómo unas copas pueden formar parte de tu vida y recordar momentos de brindis y asociarlos a esa empresa.

Haz eventos

Otra buena forma de crear marca es organizando eventos. Para ello tendrás que contactar con personas de caché para poder salir en los medios. Pero ojo, no te olvides de invitar a una representación anónima de tus clientes. Al final ellos son los que tienen que dar forma a tu marca. Pero no solo te quedas en ello, también puedes aprovechar las redes sociales para organizar descuentos, promociones, campañas con influencers, bloggers. No te olvides de enviar newsletters. Aunque mucha gente piensa que es algo cansino, es más usado de lo que te piensas.

El objetivo de todo esto es desarrollar diversas acciones que ayuden a mejorar la capacidad de venta de los productos o servicios que estas ofreciendo. Estos objetivos deben medirse tanto en ventas pero también en impactos que hemos podido hacer en nuestros clientes. Tan buena es la venta de un producto, como haber logrado al corazón del cliente y que recuerde nuestra marca.