Entender las fobias

Aquella persona que jamás ha tenido un miedo incontrolable a algo no puede comprender los sentimientos encontrados que guarda en su interior una persona que tiene algún tipo de fobia. Por un lado, el miedo irracional a algo que no puede controlar y que muchas veces limita su vida, por otro, la vergüenza que le produce dar a conocer ese miedo entre su contexto social, tanto personal como laboral. Ese tipo de miedo no guarda ninguna relación con el miedo que podemos sentir ante la posibilidad de un accidente o una desgracia pues, en el momento cumbre, esa fobia pasa a provocarnos una especie de ataque de ansiedad que puede devenir en problemas mucho mayores.

Quien tiene agorafobia (angustia ante los espacios abiertos) jamás podrá entender al claustrofóbico (miedo a los espacios cerrados) pero si ambas fobias existen es porque nuestro cerebro, por culpa de un trauma o una situación que desencadena el miedo, ha necesitado desarrollar esa fobia para defenderse de algo. Y es que eso son, al fin y al cabo, las fobias. Al igual que la ansiedad, es un estado que pone a nuestro cuerpo en alerta ante una situación que podría ser peligrosa para nosotros mismos. El problema es cuando esos ataques de ansiedad o fobias se vuelven crónicos y limitan nuestra vida.

Por ejemplo ¿qué niño no tiene miedo al dentista? Es algo natural que a cualquier niño, e incluso adulto, le dé miedo ir al dentista, pero ese miedo no es problemático hasta que no se convierte en Dentofobia, pues llegados a este punto los niños y adultos que sufren esta fobia llegan a preferir perder toda su dentadura o tener problemas mayores antes que poner un pie en una consulta dental. Debido a ello ya hay centros odontológicos que cuentan con servicios de odontología bajo sedación, un servicio en el que mediante técnicas de sedación y anestesiología monitorizadas bajo la supervisión de especialistas consiguen tratar a estos pacientes con fobias tan alarmantes que no se dejarían tratar en un estado consciente.

Otras posibilidades son el tratamiento psicológico de dicha fobia e incluso la terapia de hipnosis que algunos centros especializados ponen a disposición de pacientes que sufren fobias tan comunes como la agorafobia, la fobia a volar, a los ascensores o a ciertos animales e insectos.

Algunas de las fobias más extrañas

Nuestra mente es un misterio aún para todos nosotros y por eso hay algunas fobias que, como explica la Psicóloga Patricia Sánchez, son difíciles de explicar pero que existen. Debemos tener en cuenta que la persona que sufre una fobia hace todo lo posible por evitar ese estímulo que le provoca malestar, y esta conducta evitativa puede llegar a interferir en el funcionamiento normal de su vida diaria. Así, encontramos algunas fobias tan extrañas como:

Hexakosioihexekontahexafobia: miedo al número 666

Culturalmente siempre se ha asociado este número con el diablo o el demonio, al menos así es en los países occidentales donde la religión católica es predominante. Los que padecen esta fobia evitan cualquier cosa que pueda tener relación con este número, ya sea un número de calle, una matrícula o un transporte público con esa numeración. Normalmente esta fobia se ve en niños y adolescentes cuyos padres son cristianas ortodoxas por lo que se han criado en la ferviente creencia de la existencia, tanto de Dios como de Satanás o el Anticristo.

Xantofobia; miedo al color amarillo

Las personas que sufren esta fobia huyen del sol, la pintura amarilla e incluso la propia palabra que define ese color. Se da, sobre todo, en niños con asperger y autismo pero también es posible verlo en la población en general.

Turofobia: miedo al queso

Ver u oler un simple trozo de queso puede causarla personas con turofobia un estado de ansiedad y malestar intenso que suele estar relacionado con alguna experiencia traumática sufrida con anterioridad.

Crematofobia o Crometofobia: miedo al dinero

A más de uno le gustaría sufrir de esta ansiedad para poder decir que no tiene interés por su economía, pero la realidad es que es un tema mucho más serio de lo que parece. Para estas personas se hace muy complicado salir a comprar cualquier cosa pues tienen miedo a gastar, a comprar y al propio poder corruptor del dinero, de ahí que prefieran mandar a cualquier otra persona a comprar pan antes que ir ellos mismos.

Somnifobia: miedo a dormir

Por regla general, quien padece somnifobia es porque antes ha sufrido antes de pesadillas y ahora tiene pavor a sufrirlas de nuevo. Estas personas sienten pánico al pensar que si se duermen pueden morir y no llegar a despertarse. Esta fobia, lógicamente, está ligada con el insomnio.

Otras fobias

  • Coulrobofia: miedo a los payasos
  • Ombrofobia: miedo a la lluvia
  • Hipopotomonstrosesquipedaliofobia: miedo a las palabras largas
  • Omfalofobia: miedo a los ombligos
  • Hilofobia: temor a los árboles
  • Triscaidecafobia: miedo al número 13
  • Papafobia: miedo al Papa
  • Uranofobia: miedo al cielo
  • Pogonofobia: miedo a las barbas
  • Tripofobia: miedo a los agujeros