En auge la venta de disfraces online

Siempre solemos escuchar que la economía tiene una importancia realmente grande en un territorio, con independencia de lo grande que sea y de las actividades que se supone que deben liderar esa economía. Durante los últimos meses, caracterizados por la llegada de una pandemia, hemos visto cómo numerosos políticos, además de lo concerniente al asunto sanitario, han alertado sobre la necesidad de revitalizar a las empresas de nuestro país. Es algo que es imprescindible para generar riqueza y para que, además, se conserve el máximo número posible de empleos. No es un asunto baladí ni mucho menos.

Es evidente que la economía es una ciencia cambiante y que es fundamental que las empresas del territorio que habitemos se adapten rápidamente a esos cambios. En un porcentaje cercano al 100%, eso es lo que va a determinar si estas entidades son rentables, si tienen todavía un cierto margen de mejora o si, por el contrario, no tienen ninguna posibilidad de crecer. Por desgracia, hay casos para cada una de estas situaciones y no cabe la menor duda de que no adaptarse a esos cambios es uno de los motivos por los cuales hay una buena cantidad de empresas en España que, cada año, se ven obligadas a cerrar.

Cuando hablamos de que la economía es “una ciencia cambiante” nos referimos, teniendo en cuenta el año en el que nos encontramos, a una única cuestión: la venta por Internet. A nadie le cabe la menor duda de que este modelo de comercio, el electrónico, es el que está permitiendo que haya una enorme cantidad de empresas y personas que no solo han mantenido su actividad a pesar de la pandemia que nos sigue azotando sin piedad, sino que, además, han conseguido un repunte de beneficios. Está claro que este modelo de negocio es vital y que, quien no lo asuma, tiene mucho que perder y muy poco que ganar.

Fijaos en lo que apunta una noticia que fue publicada en la página web del diario La Vanguardia: el comercio electrónico está viviendo una madurez exprés con la llegada de la pandemia. Los datos concretos están ahí y sirven para demostrar que lo que decimos no es mentira: sectores como lo son la alimentación o la moda han duplicado su actividad online durante este 2020 si comparamos los datos con los del año pasado. Eso nos quiere decir algo, y es que el comercio electrónico es ya una fuente real y fiable de crecimiento.

Hay que tener, no obstante, otra cuestión en cuenta. La pandemia no es lo que ha provocado que el comercio electrónico nazca en España ni en el mundo. Este modelo de negocio ya existía antes de que el coronavirus hiciera acto de presencia en nuestra sociedad. Una noticia publicada en la web de El Periódico indicaba que el ecommerce ya estaba creciendo un 24% antes de que la pandemia arribase a España. Y es que, en el año 2019, permitió una facturación de, nada más y nada menos, 48.800 millones de euros.

El ocio, otro de los grandes beneficiados

Hemos hablado de la importancia que ha tenido para sectores como la moda o la alimentación la potenciación de un elemento como el comercio a través de Internet, pero es necesario decir que hay otro tipo de sectores o actividades que se han visto beneficiados por ello. Todo lo que guarda relación con el ocio también ha sacado rédito de este nuevo avance social. Y es que, si una cosa buscan los españoles y españolas en los momentos que corren, es disfrutar al máximo del tiempo libre del que disponen. Eso también es algo que ya ocurría antes de la pandemia.

El comercio electrónico ha sido una de las herramientas que ha permitido que un buen volumen de empresas relacionadas con el ocio haya resistido ya no solo durante la crisis provocada por el COVID-19, sino también a los azotes de la anterior crisis, la iniciada en 2008 y finalizada allá por los años 2015 y 2016. La venta de disfraces, por ejemplo, es una de las actividades concretas que ha visto como los datos han mejorado de una manera nada desdeñable en los últimos años gracias al online. Es lo que nos han indicado en una reciente conversación desde Carnaval y Mucho Más.

Como veis, todas esas entidades que se han decantado por apostar por lo digital han salido bien paradas. Es evidente que algo así debe ir acompañado de varias cuestiones como lo son la elaboración de una campaña de marketing digital, la calidad de los productos o servicios que se venden, su precio… pero, en primera instancia, siempre es imprescindible que nos apoyemos en la venta online para tener ciertas opciones de rentabilidad y crecimiento. Es lo que está demandado la sociedad y la economía para que las empresas salgan adelante y es eso a lo que se tienen que amoldar en los tiempos que corren.