Que una persona sea eficaz y eficiente en su trabajo depende de una extensa lista de factores. Cuestiones como la formación, el descanso o la experiencia son, simplemente, algunas de ellas. Pero ni mucho menos son las únicas. Y es que para demostrar nuestra valía en un puesto de trabajo es necesario que nuestro entorno acompañe. De lo contrario, desempeñar nuestra labor puede tornarse en un asunto complicado y, en muchos casos, totalmente imposible.
¿A qué nos referimos cuando hablamos del ‘entorno’? Al conjunto de cosas que rodean nuestra actividad: la situación de nuestro mercado, el público objetivo de la empresa, los costes fijos y variables que ésta tiene y que marcarán el nivel de precios de nuestros productos… y también a todo lo que nos rodea y que es físico, es decir, el lugar en el que llevamos a cabo todo lo que tiene que ver con nuestro trabajo.
En efecto, cómo esté distribuido ese lugar, el espacio del que se disponga en su interior, la temperatura en el mismo y un montón de cuestiones más afectan a cómo desempeña su trabajo la persona que lo habita. De ahí que sea imprescindible cuidar todas estas cosas. Si no es así, el tiempo para realizar una determinada labor se multiplicará. Y no se le puede echar la culpa al empleado de ese retardo.
Hay maneras de garantizar que esa situación no exista. Una de ellas es la de ser capaces de disponer de un espacio de trabajo amplio, en el que podamos clasificar ordenadamente todos los documentos y en el que podamos tener a la vista todo aquello que nos hace falta para desarrollar nuestra labor. Para conseguir ese objetivo, nuestro mejor aliado no puede ser otro que Dismobel, una entidad dedicada a la venta de muebles y en la que cualquier empresa puede equiparse con los mejores espacios de trabajo.
Dismobel ofrece todo cuanto hace posible una organización de trabajo eficiente en una oficina o despacho. En primera instancia, sus escritorios y mesas de trabajo resultan lo suficientemente amplias y espaciosas para hacer posible el objetivo. En segunda instancia, ofrece todo tipo de elementos de almacenaje: librerías, estanterías, armarios, archivadores… Finalmente, y no por ello menos importante, hace posible que el trabajador evite las incomodidades con una buena gama de sillas y sillones de trabajo.
Son bastantes las entidades y también los particulares que han acudido hasta Dismobel para conseguir una mejora sustancial en la distribución de su espacio. Y lo cierto es que ninguna se ha arrepentido. Hacer que todos los empleados se sientan cómodos es una manera de hacerles ver que su empresa se interesa por su bienestar, lo cual hará posible un aumento de su motivación.
Un empleado feliz, un empleado eficiente
Son muchos los expertos y las teorías que ponen de manifiesto que, cuando un empleado es feliz y se siente cómodo dentro de una empresa, es mucho más productivo. Una de las páginas web que se ha encargado de estudiar este asunto ha sido la de ConnectAmericas, que utilizó como base el estudio Felicidad y Trabajo de la consultora mexicana Crecimiento Sustentable para asegurar que los sentimientos del empleado son fundamentales para que él mismo sea productivo.
Pero las cifras son todavía mucho más contundentes que la propia teoría. Según el estudio anteriormente mencionado, los trabajadores felices son un 88% más productivos que los que presentan la actitud contraria. La diferencia es abismal y, para una empresa, un dato tan revelador como este debería ser suficiente para garantizar la comodidad de su staff. La productividad puede prácticamente doblarse.
Multitud de empresas y demás entidades ya se han dado cuenta de lo importantes que son las ideas que han venido comentándose a lo largo de este artículo. Ponerlas en práctica implica un antes y un después y la diferencia entre el éxito y el fracaso. Llevarlas a cabo es hoy más sencillo que nunca: basta con contactar con los profesionales de Dismobel.