Dentro del turismo en España, uno de los destinos favoritos de los españoles son los espacios rurales, muy variados y de gran calidad, repartidos por todo el territorio nacional.
Lejos de tratarse de destinos y espacios toscos, poco cómodos o demasiado rústicos para conseguir el deseado confort de las vacaciones o espadas de fin de semana, las casas rurales del territorio español son viviendas bien equipadas, restauradas, en un estado óptimo de conservación y que conjugan todo el encanto de una casa antigua, ubicada en un espacio agreste y natural con todas las comodidades propias de una vivienda moderna.
Hoy analizamos un cortijo albaceteño ubicado en la zona del Nerpio, uno de los cortijos localizables a través del buscador encuentracasasrurales.com.
El Cortijo el Sapillo es una casa rural ubicada en Albacete (en el Nerpio, a 22 Km del Pantano del Taibilla), que ofrece a sus visitantes 300 hectáreas de coto de caza para realizar todo tipo de actividades relacionadas con el turismo rural, como el senderismo, la pesca o la espeleología, así como el tiro con arco, paseos en bici…
El cortijo rural, recuperado del siglo XVII, está rodeado de la naturaleza arbórea propia de Albacete, con sus montañas, valles y llanuras. La casa tiene dos plantas y una torre, decoradas con mobiliario antiguo y típico de la zona. Además, se trata de una casa ecológica, ya que se nutre de energía solar y cuenta con toda la equipación necesaria para el confort de sus visitantes: calefacción, cocina completa con todos los electrodomésticos, textiles, cuna, porche y barbacoa.
Se trata de un espacio de descanso y tranquilidad, repleto de fósiles marinos, caminos y rutas impresionantes, con avistamientos de aves y todo tipo de animales propios de la fauna del lugar.
En los alrededores de la zona se puede degustar la gastronomía típica de la comunidad, como son las migas, los andrajos, las patatas de vuelta, la olla de alubias morunas, los guisados de matanza y la carne de caza (liebre, conejo, perdiz y jabalí). Entre la repostería se pueden probar los suspiros, las tortas de nuez, las francesillas, los cordiales y el alfajor.
También se pueden adquirir productos artesanos de alfarería, bronce y esparto, así como jabones naturales hechos a mano.
Las tarifas y otras viviendas disponibles pueden consultarse en web, todo un ejemplo del turismo rural de calidad en nuestro país.