Supongo que todos hemos pasado alguna vez por la disyuntiva de decidir si llevar a un familiar a una residencia de ancianos o no. La mente te dice que quizás no estés haciendo bien, la razón te dice que tus quehaceres cotidianos te lo impiden. Escribo este artículo para romper una lanzar por las residencias de ancianos, es que actualmente no tienen nada que ver con las que existen.
Un ejemplo muy claro lo podemos tener en la Residencia Geriátrica Benviure en Barcelona. Nos va a servir de modelo para analizar cómo han cambiado este tipo de lugares en los últimos años.
¿Qué tiene una residencia actual que le diferencia de las antiguas? Pues un montón de cosas. Pero vayamos poco a poco. Empecemos por las instalaciones: Son modernas y acogedoras. Todas las habitaciones cuentan con camas eléctricas y articuladas, baños propios, timbres de llamada, video vigilancia y vistas al exterior donde se puede ver la ciudad de Barcelona e incluso la zona de montaña. Además se puede elegir entre dobles o individuales, y es que nunca sabes dónde puedes encontrar el amor.
Además las zonas comunes están concebidas para que cada planta goce de la máxima luz y claridad posible, con espacios diáfanos y sin barreras arquitectónicas. La seguridad es una de las cuestiones que más se miran en estos lugares.
A esta edad es muy importante ejercitar el cuerpo, por eso, las residencias modernas cuentan con un amplio sistema de fisioterapia. En este caso la sala tiene más de 125 m2 y dos paredes enteras de vidrio de seguridad, para que los más mayores disfruten de su fisioterapia diaria bañados en luz y claridad. Y todo ello relacionado por el mejor grupo humano y profesional.
Y tan importante como los interiores son los jardines. Nuestros queridos mayores ya no se sienten como aves enjauladas. Las plantas de estos lugares tienen amplias terrazas y bonitas vistas. Con muchos m2 de exteriores transitables para que los residentes y sus visitas puedan disfrutar de toda la naturaleza en su máximo esplendor.
Luego dependiendo del nivel del lugar puede haber cafetería, que siempre viene muy bien para disfrutar del ocio, piscina, para los que les gusta eso de darse un chapuzón o incluso zona de baile, donde siempre se puede encontrar grandes amigos y amigas y huir de esa soledad no deseada que a estas edades es, por desgracia, tan frecuente.
Actualmente las residencias para personas mayores cuentan con grupos médicos muy profesionales. Especialistas por ejemplo en medicina general, traumatología, psicología, cardiología, rayos, urología, podología o cirugía estética reparadora.
En los tiempos que corren, quizás no sea necesario que la persona permanezca todo el día en el centro. De ahí que muchos establecimientos se adaptan a cómodos horarios. Puede ser una residencia 24 horas privada o pública, o un centro de día tanto público como privado. En este último caso se trata de un estancia diurna en la que el residente está en la residencia geriátrica desde por la mañana hasta por la tarde. En este caso, el horario de entrada y de salida, junto con la tarifa, se adapta a las necesidades de cada caso.
Como puedes comprobar en los días que corren las residencias de ancianos han dado un salto de nivel con los avances tecnológicos más punteros, el mejor equipo humano y sanitario y las habitaciones más modernas y acogedoras para el cuidado de los más mayores. Y es que cuando se trata de cuidar a nuestros mayores, nuestros seres más queridos, sólo podemos aspirar a la excelencia.