España tiene multitud de tradiciones, de productos y de tradiciones que la presentan de cara al mundo. Nuestro país es conocido por múltiples razones a lo largo y ancho de todo el Globo. Una de esas cuestiones tiene que ver, como no podía ser de otra manera, con el turismo, que cada año atrae hasta nuestras playas, ciudades y monumentos a millones y millones de personas. Pero otra de las cosas que cada año hace que los turistas pongan su foco en España es la comida. No cabe duda alguna de que nuestra comida es de lo más especial. Los turistas así lo consideran y es por eso por lo que confían en nosotros para degustar nuevos platos y menús.
Esta situación posibilita que en nuestro país una de las mejores maneras de hacer negocio sea implicándose en el sector relativo a la producción y venta de comida o al del turismo. Ambos sectores ya están a la cabeza en lo relativo a la generación del Producto Interior Bruto y son de los que más gente emplean. Aunque dentro de ellos existe un sinfín de subsectores y de posibilidades de negocio, es cierto que en su conjunto son grupos potentes y que gozan de un enorme apoyo social y económico desde diferentes ámbitos de la sociedad.
Precisamente dentro de uno de esos negocios, el relacionado con la comida, se encuentra uno de los productos que más se asocian a España de todo el mundo: el ajo. España es el principal productor de ajo tanto a nivel europeo como a nivel mundial. Somos la mayor de las potencias en todo lo que tiene que ver con él y, además, contamos con las condiciones atmosféricas ideales para llevar a cabo su producción. No es menos cierta otra cosa que no debe pasar desapercibida: en España una parte importante de nuestros platos característicos se elaboran con ajo. La página web Skyscanner publicó un artículo en el que hablaba de diez platos típicos españoles y la manera de elaborarlos: de ellos, los calamares en su tinta, los chicharros al chacolí, las migas de Teruel o el cocido madrileño se elaboran con ajo, lo cual demuestra la enorme importancia de este producto en nuestra gastronomía.
Teniendo en cuenta todas las recetas en las que se puede incorporar un ingrediente como el ajo, las empresas que trabajan con él tienen una ventaja competitiva brutal sobre las entidades de su competencia que no lo hacen. Imperio Garlic ha destacado que, entre otras cosas, trabajar con ajo es una ventaja en el sentido de que los productos que están relacionados con él tienen ese toque de tradición que impide que su consumo descienda. En otras palabras: quien consume ajo lo hace desde pequeño, y precisamente por eso parece difícil que deje hacerlo. Eso, desde el punto de vista de un economista o un financiero, es una ventaja tremenda.
El consumo de ajo tiene, además, otra gran ventaja. Y es que no es característico de una sola temporada. Pongamos un ejemplo: uno de los platos típicos del invierno es el cocido madrileño del que ya hemos hablado con anterioridad. Y para elaborarlo, el ajo es necesario e imprescindible. Sin embargo, el ajo también juega un papel de primer nivel en la elaboración del gazpacho, que es un producto característico de una época como la que vivimos en la actualidad, el verano. Esto también proporciona múltiples ventajas desde el punto de vista económico y empresarial.
2018, un año ideal para el ajo
El momento que vivimos es ideal para los productores de ajo en España. Como consecuencia de las temperaturas que se han ido dando durante lo que llevamos de año, se espera una calidad muy buena en lo que respecta a la cosecha. Es lo que apuntaba el Comité Mixto de Frutas y Hortalizas que engloba a los países de España, Francia e Italia, según publicaba un artículo del portal web Ajo Español. Estamos, por tanto, ante una buena oportunidad para volver a demostrar la potencia de este tipo de productos en España.
El ajo es uno de los elementos que más importantes son dentro de una receta. Sin él, el sabor de un plato no es el mismo. La variación es mucha y la clientela de un bar o de un restaurante notaría que algo falta dentro de su menú. Que el gazpacho, las migas de Teruel y demás recetas tengan tanto éxito en España y entre todos aquellos que la visitan se debe también a que el ajo cumple con esa función de darle un.sabor más intenso a los demás ingredientes que componen la receta.
Si formar parte del sector es positivo es también debido a que el ajo es un producto que va a seguir siendo consumido dentro de muchas décadas. Es imposible que los españoles dejemos de comprar gazpacho en verano, o que no hagan cocido durante el invierno. Simplemente, esa opción no está dentro del mapa. Y tendría que ocurrir una verdadera hecatombe para que eso ocurriera. Preguntadle a vuestros amigos, familiares y conocidos si estarían dispuestos a ello. La respuesta parece estar bastante clara.