Cuidar del medio ambiente también es responsabilidad de las empresas

Cuidar al medio ambiente se ha convertido en una obligación para todos. La Administración Pública viene emitiendo leyes al respecto desde hace bastantes años, y muchas de esas leyes van destinadas a que las empresas se sumen al compromiso por el respeto al medio ambiente. Dichas empresas juegan un papel fundamental en este proceso y, sin ellas, la verdad es que sería bastante complicado conseguir que existiera algún resultado positivo.

La página web del Instituto Superior del Medio Ambiente publicó, el 6 de abril de 2015, un artículo dedicado a todas las empresas con las 10 leyes medioambientales que deberían tener en cuenta a la hora de realizar su actividad, sea ésta cual sea. Esa decena de leyes son las que a continuación se detallan.

  • La ley 26/2007, de 23 de octubre, de responsabilidad medioambiental, que regula la responsabilidad de todos los operadores de prevenir, evitar y reparar los daños medioambientales. Sin duda, una ley de referencia en este aspecto.
  • La ley de Aguas, que obliga a todas las empresas que originen vertidos a tener una autorización expresa para ello.
  • La ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados. Esta ley incluye todas las obligaciones que están asociadas a las actividades que generan algún tipo de residuo.
  • La ley 11/1997, de 24 de abril, de Envases y Residuos de Envases, que se encarga de regular la previsión relativa a los planes empresariales de prevención de residuos de envases.
  • La ley 37/2003, de 17 de noviembre, del Ruido, que establece sanciones de hasta 300.000 euros a todas esas empresas que cometan infracciones por niveles acústicos por encima de los permitidos.
  • La ley 21/2003, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental, que se encarga de estudiar la compatibilidad de un proyecto determinado con el medio ambiente.
  • La 16/2002, de 1 de julio, de Prevención y Control Integrados de la Contaminación, la cual sirve para regular la Autorización Ambiental Integrada.
  • La ley 34/2007, de 15 de noviembre, de calidad del aire y protección de la atmósfera. Se encarga de establecer cuáles son esas actividades que pueden suponer un riesgo potencialmente grande para la atmósfera.
  • La ley 1/2005, de 9 de marzo, por la que se regula el régimen de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero.
  • Finalmente, encontramos la ley 8/2010, de 31 de marzo, que establece el régimen sancionador previsto en los Reglamentos relativos al registro, a la evaluación, a la autorización y a la restricción de las sustancias y mezclas químicas y sobre la clasificación, el etiquetado y el envasado de sustancias y mezclas.

Cómo ser respetuosos con el medio ambiente usando bolsas de plástico

La utilización de bolsas de plástico ha estado en el punto de mira de todas esas leyes medioambientales que acabamos de comentar. La fabricación de este tipo de productos exigía un cambio para cumplir con la normativa y para dejar tranquila a la incontable cantidad de empresas que los adquieren para facilitar el transporte de todo tipo de compras a sus clientes. Una entidad como Plásticos Alhambra ha conseguido, en este sentido, elaborar unas bolsas de plástico de primera calidad y sin perjudicar al medio ambiente.

El secreto es que este tipo de bolsas se fabrican con polietileno y que son biodegradables. El sistema de calidad de las bolsas de Plásticos Alhambra es revisado de manera anual por una entidad como Bureau Veritas Quality International España, S.A., lo cual es una prueba de la responsabilidad que tiene asumida la empresa no sólo con el medio ambiente, sino también con la elaboración de un producto que realmente sea de utilidad para todos sus clientes.

Esto es lo que ha permitido a Plásticos Alhambra convertirse en una auténtica referencia en el sector dedicado a la elaboración de bolsas de plástico, un elemento que ha sido realmente importante y que seguirá siéndolo en un futuro cercano.

El medio ambiente es una responsabilidad de todos, y eso incluye no sólo a personas, sino también a todo tipo de entidades. De hecho, en el caso de estas últimas, la responsabilidad es mucho mayor porque, si tenemos en cuenta los niveles de producción que se manejan a día de hoy, nos daremos cuenta de que podríamos contrarrestar los efectos positivos de la contribución de todos los particulares. Evitar este tipo de peligros contribuirá a hacer nuestra sociedad mejor y a nuestra Tierra ver aumentada su esperanza de vida. ¿No es ese el mejor regalo que le podemos hacer?