Caravanas: alquiler o compra

Quien dice caravana, dice autocaravana o camper, por igual. Cualquiera de estos tipos de casa con ruedas, nos vale en la comparativa. Creo que es indudable que a todo ser humano, le llaman la atención este tipo de vehículos. Estas casas completas en dimensiones reducidas que poseen ruedas, son una de las cosas que no dejan indiferente cuando las ves pasar. Sobre todo, esas de dimensiones similares a un autobús que te hacen imaginar las mil posibilidades de su interior.

A parte de lo llamativas que resulten, lo atractivo del vehículo y las posibilidades que ofrece, para muchos, viajar en uno de estos vehículos, es un sueño. Pues si bien, considero que se trata de algo que a todo el mundo llama la atención, no todo el mundo esta dispuesto a viajar en ellas. Para esos a los que les gustaría hacer su sueño realidad y contar con una autocaravana para viajar, es este post.

Este tipo de ocio, despierta cada vez mayor interés. La demanda ha ido en un aumento notable durante los últimos años, creciendo un ciento veinte por cien. El dato es relevante e induce a pensar que tiene de especial, viajar en caravana. Se trata de un tipo de viaje aventurero, aunque el destino sea un lugar turístico. Adentrarse en las carreteras más recónditas, poder acampar en cualquier sitio (que lo permita que tampoco es tan fácil en España, la verdad) y sentirte dueño de la carretera, debe ser una gozada.

Como suele ocurrir con las grandes cosas de la vida, aunque en realidad se trate e algo tan simple como viajar en un vehículo, los costes, son elevados. Sin embargo, hay opciones. Vivimos en una sociedad en la que todo se compra, se vende, se presta, se intercambia o se alquila. En este caso particular, obviamente, existe la posibilidad de comprar tu propia autocaravana, caravana o furgoneta camper o alquilar cualquiera de ellas.

Somos conscientes de que adquirir este tipo de vehículos, no resulta barato. Ni apto para todos los bolsillos. Además de que requieren un mantenimiento que también, incurre en gastos elevados. Entonces, ¿es más rentable alquilar o comprar? Aunque cada uno es conocedor de sus posibilidades, no está demás plantearse esta cuestión y salir de dudas. Pues tal vez dispongas de los medios necesarios para tener una en propiedad, pero no te sea rentable invertir tanto en ella. O, por el contrario, no vas sobrado de dinero, pero la inversión la vas a rentabilizar.

Echando cuentas

Principalmente, hay que tener cuenta los números. Para ello vamos a poner un punto de partida en lo que, al valor de una caravana, respecta. Como media vamos a calcular un precio de cincuenta mil euros para una caravana nueva. Las hay más baratas, las hay de segundamano… y también las hay muy pero que muy caras. Así, partiendo de este precio, para una caravana con cinco plazas, cubrimos mucho campo en lo que a usuarios se refiere. La media adquiriría este tipo de vehículo, con varias plazas por lo que pueda pasar.

Teniendo en cuenta el tipo de caravana, echamos un vistazo a los precios de alquiler del modelo y tipo. Aunque puede haber variedad de precios, una empresa de alquiler pondría este vehículo a disposición de los clientes por unos ciento cuarenta, ciento sesenta y doscientos euros, según se trate de temporada baja, media o alta.

Estos precios son por vehículo y no por persona. Dato importante. Si se alquila el vehículo por una quincena, el coste oscilará entre los dos mil cien y los tres mil euros. A más días, menor precio y, además, divisible entre el número de personas que vayan a viajar.

Con estos números, podemos multiplicar por dos, que pueden ser fácilmente las veces que salgamos de viaje en ella, nos salen entre cuatro y seis mil euros. Teniendo en cuenta el valor de compra de una autocaravana media, es posible alquilar una durante diez años, sin salirse del precio.

Si además añadimos el factor división de gastos, sale muy a cuenta alquilar una caravana.

Expertos del sector como Caravanas Cruz, aconsejan a sus clientes que se lo piensen bien antes de tomar una decisión respecto a la compra de una caravana. Las empresas encargadas de vender caravanas, generalmente también las alquilan y viceversa.  Por lo que saben bien el perfil de cada tipo de cliente. No se trata solo de una cuestión de economía, es también un asunto de amortización del vehículo.

Las cosas claras

Según expertos del sector y del mundo de las finanzas, dado que este tipo de adquisición, debe financiarse en la mayoría de los casos, no suele ser muy rentable. Se trata más de una pasión que de una decisión racional.

Analizando los datos, no cabe mucha duda de que es mucho mejor la opción de alquilar, sobre todo cuando vas a hacer uso de la caravana en momentos puntuales y por un tiempo concreto. En el caso de querer utilizar el vehículo todos los fines de semana o cada vez que tengas tiempo de hacer una escapada. Lo mejor es comprarte una, rentabilizarla y amortizarla no será un problema. Bueno, rentabilizar una caravana no es tarea sencilla.

Cabe reseñar, que un alquiler, proporciona todo lo necesario par el desarrollo del viaje: menaje, mobiliario, comodidades, seguro, mantenimiento… Solo tienes que elegir tu modelo, coger las llaves, llenar la nevera y a disfrutar de la aventura.

Contar con una caravana en propiedad, va a suponer un desembolso inicial elevado, unos costes asociados de mantenimiento anuales y costes de equipamiento que tampoco son muy económicos.

Siendo así, hay que tener muy claro el uso que se le va a dar a la caravana, las veces que se va a utilizar y el tipo de viajes que se quieren hacer con ella. Los costes pueden dispararse y si se va a tratar de un mero capricho, algo que solo vas a utilizar una vez al año para ir al camping de turno, la mejor opción, es sin duda el alquiler.

Otro factor a tener en cuenta, es que necesitas un sitio para que tu caravana duerma. No puedes dejarla en cualquier lugar, ni puedes hacer uso de ella en lugares en los que no se permite.

Es en este momento, en el que el idilio con tu caravana, puede volverse una tortura. Hay que contar con un montón de factores antes de aventurarse e invertir tanto dinero, en algo que realmente, no vas a exprimir.