España es uno de los países que cuenta con 70 millones de visitantes al año. Los turistas se sienten atraídos por el sol, la playa y la gastronomía.
El jamón es tremendamente adorado por los turistas, pero se sorprenden cuando leen en la carta que pueden pedir manitas de cerdo, orejas, morros, lengua…
La morcilla también causa gran sorpresa entre los viajeros, por lo que algunos turistas, en gran parte británicos, lo piden confundiéndolo con el black pudding.
En España destacan varios platos típicos como la paella, el bacalao al pil pil, el cachopo, la fabada, el gazpacho o la ensaladilla rusa. ¿Pero cuál es el origen de la ensaladilla rusa?
Inicialmente se la empezó a conocer como ensalada Olivier y fue creada por el chef francés de origen belga Lucien Olivier.
Este cocinero la hizo popular en toda Rusia gracias al conocido restaurante Hermitage, donde alimentaba a élite moscovita.
«La sociedad zarista recibió con mucho entusiasmo las refinadas propuestas de Olivier, incluida la ensalada que finalmente llevó su nombre y se postuló como el precursor de la ensaladilla rusa. De hecho, la aristocracia y numerosos intelectuales frecuentaban el «Hermitage» con la intención de saborear la oferta gastronómica que estaba causando sensación en todo el país», informa el periódico digital Okdiario.
Poco a poco comenzó a expandirse por el resto de Europa, pero con ingredientes muy distintos. Se cree que por entonces, Olivier utilizaba carne de urogallo o perdiz, cangrejos, caviar, lengua de ternera y trufa, lechuga, pepinillos y aceitunas. El ingrediente que no ha cambiado desde entonces es la patata cocida.
La ensaladilla actual se basa en patata, guisantes, zanahoria y huevo cocido, mezclados con atún, mahonesa u otros ingredientes.
Dada la popularidad de este plato, ha conseguido tener un día internacional. El Observatorio de la Ensaladilla Rusa (ODER) celebra el 13 de noviembre el día internacional de este plato, una fecha en la que se conmemora el fallecimiento de su creador.
Aleksandr Akinfiev, que trabaja en AndalucíaRusa.org, el centro colaborador oficial del Cónsul Honorario de la Federación de Rusia en Andalucía, adscrito a la Embajada de Rusia en Madrid, explica que «pese a su popularidad en España, su origen es realmente ruso».
También cuenta que la versión original, como la nuestra, «se servía fría y llevaba una especie de vinagreta».
Además, dice, «los ingredientes que empleaba la receta original de Olivier eran caros (por ejemplo empleaba carne de venado) y su composición, así como su preparación eran un secreto oculto tanto por Olivier como por la familia que regentaba el restaurante Hermitage».
En el año 1905, el restaurante Hermitage cerró y la receta original se perdió, por lo que es imposible reproducirla hoy en día debido a la inexistencia de documento.
La ensalada Olivier, que también se conoce como «zimniy», que significa «de invierno», todavía «sigue siendo la ensalada más común y preferida en Rusia. De hecho, en todas las ciudades de mi país sin excepción preparan ensalada para las fiestas y para comer a diario», comenta Aleksandr.
Akinfiev cuenta que nuestra ensaladilla rusa no es como la original, ya que la que se hace en su país de origen lleva «patatas cocidas cortadas en cubos, huevos cocidos, salchichas o carne cocida, pepinos salados o en salmuera, guisantes, zanahoria cocida y también cortada en cubos, si se desea. Para aliñar utilizan la mahonesa».
Pero añade: «nuestra ensalada rusa nunca lleva atún». También comenta que «cuando los rusos ven por primera vez una ensalada rusa en España, la apariencia les da una impresión extraña, porque no es la ensalada que suelen degustar en Rusia».
«Los rusos utilizan salchichas o salchichón, en lugar de atún, por ejemplo», añade.
Por tanto, el ruso concluye que «podemos decir que se trata de dos platos diferentes, pero lo cierto es que tanto la ensaladilla rusa española como ensalada Olivier están igualmente ricas».
Si quieres abrir un bar en otro país, para que allí puedan probar los platos típicos de España, deberás contratar a un traductor.
Para saber qué es lo que hace este profesional en un negocio de gastronomía, me puse en contacto con la traductora María Diéguez del Río.
Esta experta me explicó que el traductor es muy importante porque traduce los folletos, la página web de la empresa, las redes sociales, la carta del restaurante…
Gracias a su explicación me di cuenta que este profesional evita que el empresario cometa errores ortográficos. Además, es capaz de transmitir el mensaje de manera clara y efectiva en varios idiomas.
Ya sabes que debes contratar a un traductor para tener éxito con el negocio, pero también debes presentar platos españoles que sean interesantes. Por ejemplo, qué te parece que en otros países conozcan las albóndigas.
Es un plato tradicional que se cocina desde hace siglos en las casas españolas. Puedes preparar estas bolas de carne con cerdo, pollo o mixtas.
Están los que le echan tomate, salsa de almendras o una salsa de vino reducido. Además, suelen ir acompañadas de patatas fritas.
Sin embargo, es un plato de origen árabe y cuenta con miles de años de historia. En el siglo XVI los árabes trajeron a la península y a Andalucía esta receta.
En aquella época recibía el nombre de ‘al-bunduqa’ (la bola). Pero según acredita diversos documentos, los romanos ya sabían cocinar las albóndigas y hay estudiosos que aseguran que fueron ellos quienes realmente inventaron este plato.