Cuando se quiere tener un negocio, es importante tomar en cuenta muchos aspectos, pero sobre todo la logística y almacenaje industrial. Por lo general, todos los rubros se tienen que enfrentar a la tarea de mantener organizado todo el material que necesitan para poder operar, y eso incluye saber las fechas de vencimiento, de expedición y muchos detalles más que son fundamentales para que todos los servicios o productos ofrecidos, estén bajo estrictos controles de calidad.
La logística y el almacenaje forman parte del mecanismo de funcionalidad de una empresa, cualquiera que sea y del rubro que sea, pues así como se necesitan inyectadoras, guantes y mascarillas en un hospital, se necesita cemento, yeso y pilares de madera en una constructora. Así como estos ejemplos, cientos de miles según el área en la que se desarrolle nuestro negocio.
El alcance de la logística abarca toda la organización, desde la gestión de materias primas hasta la entrega del producto terminado. Según los especialistas de GiDoc Logística, su misión consiste en planificar y coordinar todas las actividades necesarias para conseguir los niveles deseados de servicio y calidad al menor costo posible.
La logística tiene una función muy importante en la satisfacción de los clientes, se considera la logística como un componente valor agregado o factor de rentabilidad, que enlaza las necesidades del mercado y la actividad operativa de la institución. Es decir, una buena estrategia de logística, beneficia estructuralmente a la empresa, mientras le da a los clientes un servicio o producto de calidad.
¿En qué consiste la logística?
La logística, como mencionamos antes, cumple una función principal de servicio, apoyando las operaciones de producción y de marketing, agregando al producto un importante valor de oportunidad y de atractivo para futuros aliados comerciales, pues una buena logística es un factor muy importante cuando se busca invertir en un negocio en crecimiento.
Un plan de estrategia logística bien diseñada, coordinada con marketing y orientada al cliente, es una de las herramientas más contundentes para crear comunidad y un sentimiento de fidelidad a la marca, entre los usuarios. Conseguir mantener al cliente es el proceso más difícil, pues si bien pueden llegar clientes nuevos -que siempre es positivo-, que se queden a largo plazo es la tarea, para ello es fundamental que la empresa funcione como un reloj suizo, pues si falla alguna de las fases, el servicio o producto le está fallando al cliente.
Digamos que nuestro negocio crea y distribuye jabones. Si a nivel de logística falla la llegada de materia prima o llega incompleta, lo que saldrá a la venta no tendrá la calidad acostumbrada y por ello perderemos clientes. Siguiendo esa lógica, es fundamental una buena logística industrial para que la empresa pueda funcionar de forma óptima y con los mejores estándares de calidad.
En relación a los beneficios de una buena logística a nivel interno, podemos destacar el aumento de la rentabilidad por disminución de costos, gracias al manejo de inventarios. Esto se debe a que idealmente lo recuperado y las ganancias económicas obtenidas del préstamo de servicios o de los productos que ofrece la empresa se reinvierten para poder seguir operando.
Si volvemos al ejemplo anterior en el que una empresa debe operar como un reloj, cuando alguna pieza falla, se crean problemas tanto internamente como de cara al público. Algunos de los problemas clásicos que se observan cuando existen inconvenientes en el sistema logístico y que obligan a replantear la situación y la estrategia aplicada, son:
- Desconocimiento de los costos reales
- Incertidumbre sobre la calidad de servicio ofrecido.
- Insatisfacción de los clientes.
- Imposibilidad de comprometer fecha concreta de entrega a los clientes
- Deficiente información sobre las entregas realizadas
- Deficiente respuesta a los reclamos de los clientes
- Sistemas orientados a la faz contable y no a la gestión logística
- Distribución elástica y muy apegada a lo tradicional
- Stocks de productos inadecuados y mal distribuidos
- Lapsos excesivos entre la forma del pedido y su entrega
- Equipamientos e instalaciones deficientes – obsoletas
Para evitar esta clase de problemas dentro de la empresa, es fundamental crear una estrategia logística que se enfoque en impulsar la calidad de servicio a nivel general, ya que este plan de acción se encargará de gestionar los medios necesarios (locales, medios de transporte, tecnologías informáticas) y movilizar los recursos humanos y financieros más adecuados. Para ello, utiliza dos canales principales:
- Aprovisionamiento: Los productos son trasladados desde el centro de extracción hasta el almacén de distribución o fábrica.
- Distribución: El producto se traslada desde el almacén o fábrica hasta el punto de venta.
Adicionalmente, y dependiendo del giro de la empresa (comercial, industrial o de servicios), la logística puede cumplir funciones generales como:
- Gestión de aprovisionamiento: Coordinación con transportistas y proveedores de materias primas para responder al ritmo y volumen de producción o prestación de servicios.
- Elaboración o transformación: Labores de manipulación, etiquetado, envasado, empaquetado de insumos y mercancías.
- Distribución comercial: Organización de espacios y gestión de inventarios en almacenes; coordinación con medios y rutas de transporte hacia puntos de venta, etc.
- Servicio post venta: Gestión de pedidos y devoluciones.
¿Y el almacenaje?
Ahora que ya hemos englobado lo referente a la logística y como es un eje que atraviesa toda la empresa tanto internamente como a nivel de lo que llega al cliente, es importante destacar cómo el almacenaje industrial es fundamental para el funcionamiento del negocio.
Lo primero es definir el almacenaje, y podemos hacerlo como el conjunto de actividades que se llevan a cabo con el fin de guardar y conservar los artículos o productos en condiciones óptimas para su utilización, es decir que cuando sean utilizados mantengan sus propiedades y funcionalidad. Este proceso va desde el momento en que comienza la cadena de producción, hasta que son requeridos por el cliente.
Un sistema de almacenaje industrial nos proporciona las instalaciones, el personal, el equipo y las técnicas necesarias para la recepción, almacenamiento y embarque de las materias primas, productos en proceso o productos terminados. Dependiendo de la naturaleza del material, las instalaciones, el equipo y las técnicas de almacenamiento varían mucho, por lo tanto, a la hora de diseñar los sistemas de almacenaje es estrictamente necesario tomar en consideración las características del material como son: su tamaño, el peso, la durabilidad, tamaño de los lotes, aspectos económicos, etc.
Si bien ya ha quedado claro por qué un buen sistema de almacenamiento es fundamental, hay algunas razones puntuales que son importantes de destacar:
- Reducción de costos de Transporte/Producción
El almacenamiento y el inventario asociado al mismo son dos factores que generan nuevos gastos. No obstante, ese aumento de costes se compensa con la disminución de los de transporte y producción, ya que se mejora la eficiencia de ambos procesos.
- Coordinación entre el suministro y la demanda
Muchas compañías presentan una producción de carácter estacional y una demanda constante, lo que implica que tengan problemas de coordinación entre la demanda y el suministro. Por poner un ejemplo, podríamos hablar de las empresas de alimentación, y que, para estas poder mantener la oferta de frutas y vegetales enlatados, deben almacenar toda su producción en épocas de recogida con la finalidad de cubrir la demanda el resto del año.
Por lo tanto, podemos concluir que cuando se presentan dificultades para coordinar de forma precisa la demanda y el suministro es necesario la utilización de almacenes y sistemas de almacenaje industrial.
- Precios de los productos
Hay mercancías y artículos como el cobre, el acero o el petróleo, que sufren grandes variaciones en el precio de un periodo a otro, lo que obliga a las compañías a realizar la compra de los mismos por adelantado, de tal manera que se obtienen precios más bajos, compensando el coste de los almacenes necesarios para su almacenamiento.
- Apoya al proceso de producción constante
Hay una serie de productos que en su proceso de fabricación necesitan un periodo de almacenamiento, como pueden ser quesos, vinos o licores. Es por este motivo que el almacenamiento puede formar parte del proceso de producción.
Los almacenes, además de servir para el almacenamiento del producto en la fase de fabricación, también sirven para mantener el depósito de la mercancía libre de impuestos hasta el momento de su venta, lo que permite a la compañía retrasar el paso de los mismos hasta que el producto sea vendido.
- Apoya al proceso de comercialización
En cuanto a proceso de comercialización, el almacenamiento se emplea para dar valor al producto, es decir, si se almacena cerca del cliente, por ejemplo, el tiempo de entrega disminuye. Esto supone una mejora en el servicio al comprador, lo que puede llevarnos a un aumento en las ventas. La comercialización generalmente se ocupa de cuándo y cómo estará disponible en el mercado.
La logística y el almacenaje son fundamentales para todos los tipos de empresa de cualquier rubro, pues de ello depende que la empresa pueda operar eficientemente sin pérdidas y generando ganancias a largo plazo. Por ello debemos considerar estos factores, como uno de los eslabones más fuertes de la cadena de abastecimiento nacional.