Las consecuencias del estrés

El estrés es una situación o enfermedad muy propia de la actual sociedad en la que vivimos, donde al individuo se le demanda cada vez más y vive con muchas más prisas. Los padres son trabajadores y padres a la vez, llevando a sus hijos a un montón de actividades para las que incluso están cansados para coger el coche, donde las mujeres deben hacer muchas tareas tanto dentro como fuera de caso, donde incluso los empleados no se bastan para llegar a final de mes con un solo sueldo y deben trabajar mucho más para otros clientes y pluriemplearse, o incluso donde las empresas recortan y los empleados tienen miedo de quejarse de ese exceso de volumen de trabajo por si resultan despedidos.

En definitiva, una vida muy ajetreada que acaba por pasar factura al cuerpo, tanto a la parte física como a la psicológica. Se trata de imaginarnos nuestra vida como una cuerda de la que tanto vamos tirando con muchas y muchas actividades hasta que finalmente llega el cansancio y el desborde y esta cuerda se rompe en dos partes.

Al final, el estrés termina por manifestarse de alguna forma en nuestro cuerpo, bien con un malestar emocional, sintiéndonos desbordados ante las desmandas de la sociedad o incluso en lo físico, cuando nos vemos en un estado de fatiga crónica y habitual, así como psicológica. Es más, en función de la gravedad del caso, pueden llegarse a dar los desórdenes emocionales o cuadros de ansiedad, nada deseables y no fáciles de resolver.

Normalmente las causas de sufrir estrés suelen tener que ver con el trabajo y el entorno laboral, especialmente por la sobrecarga de tareas. Además, como decimos, muchas veces el entorno no ayuda. Especialmente los trabajadores suelen enfadarse cuando ven que ellos están desbordados mientras alguno de su alrededor vive y cobra mejor dentro de esa misma empresa por factores como pueden ser el favoritismo o las relaciones sociales. Asimismo, los autónomos son también otras figuras que sufren muchísimo en el trabajo, ya que todo suele depender de ellos. De hecho, se suele hacer la broma de que los autónomos son más fuertes y no enferman, que debe estudiarse su composición. Ya que si ellos no trabajan no ganan, sin embargo deben dar cuenta todos los meses de un montón de impuestos, generen dinero o no. Pero es cierto que muchas veces el hacerse cargo de todo puede resultar de lo más estresante y desbordar a la persona, por lo que es conveniente tratar de externalizar algunas tareas, como podría ser lo relacionado con la logística integral (hay empresas como Stock α, la cual recomendamos totalmente, que se encargan de esto) o la informática, de forma que el gasto se comparte entre varios empresarios y resulta accesible y ayuda a que el trabajo sea más descansado y quita a los autónomos algunas de las preocupaciones.

Pero además, no solamente el entorno laboral es que el puede generar estrés, sino también el entorno familiar. Aquí son muchas las causas, desde los hijos, la responsabilidad de su cuidado, hasta los problemas con la pareja o incluso también el tener que hacerse cargo de algún familiar dependiente.

Cuáles son las consecuencias que el estrés puede tener para la salud y cómo prevenirlo

Al igual que hay muchas causas diferentes que provocan el estrés, también son muchas las consecuencias diferentes que se pueden dar. Algunas de las consecuencias más comunes, por citar una de ellas, son los trastornos cardiovasculares (hipertensión arterial, taquicardias o enfermedad coronaria); los respiratorios (asma bronquial o hiperventilación); los gastrointestinales (úlcera péptica, colitis ulcerosa y estreñimiento); los dermatológicos (sudoración excesiva y dermatitis); los musculares (tics, temblores, contracturas) y los sexuales (impotencia, eyaculación precoz, coito doloroso y alteraciones del deseo).

Pero además se pueden desarrollar problemas como miedos, fobias, depresión, trastornos de la personalidad, conductas obsesivas y compulsivas, y alteraciones del sueño.

El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo recomienda para combatir el estrés tratar de pensar siempre en positivo, controlar las reacciones de nuestro organismo ante situaciones estresantes, tener la autoestima bien alta, rodearse de personas que sumen y no resten, y desarrollar un estilo de vida sano y activo.

Haloterapia

La haloterapia es un tipo de terapia que consiste en la inmersión de todo el cuerpo en una cueva de sal. Hace muchos años se descubrió que las cuevas de sal son beneficiosas para curar y aliviar enfermedades respiratorias pero hoy en día se sabe que también ayudan con problemas dermatológicos y el estrés. En Saltium nos han confirmado que más del 25% de sus clientes acuden a ellos buscando la relajación que su cuerpo necesita y casi un 15% de quienes acuden a sus terapias por otros problemas de salud se acaban quedando también para seguir con ellos debido a los beneficios que les aportan las cuevas de sal en su día a día.

De hecho, la haloterapia se está convirtiendo en un tratamiento tan demandado para aliviar problemas de salud pulmonares, dermatológicos y estrés, que sus franquicias de cuevas de sal se están instalando por toda España.

No obstante, elijas el método que elijas para empezar a encontrarte mejor y encontrar la calma que todos necesitamos en ciertos momentos de nuestra vida, lo que hay que hacer es cuidarse tanto por dentro como por fuera, así como empezar a entender que nuestra salud mental es tan importante como la física y, por lo tanto, si necesitamos para nuestro mundo para respirar y volver a coger las riendas de nuestra vida debemos hacerlo. Seguir pasando por alto situaciones de estrés y agotamiento mental puede acarrear graves problemas psicológicos.