Los expertos en arquitectura saben que cada vez más se usan nuevos materiales para la construcción y es que con el paso de los años, todos los sistemas de construcción han ido cambiando para dar cabida a nuevos modelos más eficientes, más concienciados con el medio ambiente y, por supuesto, más vistosos. Estas nuevas fórmulas de trabajo no son sustitutivas, sino que se añaden a las que había hasta ahora, de tal forma que se logra ofrecer un catálogo mucho más amplio para el cliente. Hoy en día, el proceso más revolucionario quizá sea la construcción de viviendas con impresoras en tres dimensiones, una opción que se está testando y que se está comenzando a aplicar en fase de prueba pero que, en poco tiempo, se abrirá a todo aquel que lo desee. Sin embargo, la realidad es que hay otros muchos materiales que siguen siendo imprescindibles en nuestro día a día por sus propiedades y por su belleza estética. Este es el caso de la pizarra, un material tan nuestro como el que más y al que le queremos dedicar este post dado que está presente en nuestro día a día a través de la arquitectura.
La pizarra es una roca metamórfica homogénea, la cual está compuesta por la compactación de arcillas a altas temperaturas. De forma común la podemos encontrar en las tiendas en un color opaco azulado oscuro y se divide fácilmente en lajas u hojas planas. Es por ello, por esta característica, por lo que es utilizada, sobre todo, en cubiertas y, más allá de la arquitectura, como antiguo elemento de escritura. Este producto, tan querido en nuestro país, procede de la transformación de ciertas rocas sedimentarias, como pueden ser las arcillas, las cuales son sometidas a fuertes presiones que vienen dadas por movimientos tectónicos, un proceso que, entre otros, es el que da lugar al nacimiento de nuevas montañas, ya sea por choque de placas o por el solapamiento de una sobre la otra, con el paso de los años. En este caso, la pizarra se forma cuando los minerales de la arcilla que integran rocas de grano fino, como la pelita, se transforman en mica o clorita.
El uso de la pizarra está muy extendido en todo el planeta, es por ello por lo que las exportaciones de pizarra se dispararon un 11% hasta el mes de febrero y esto solo en la provincia de Ourense, donde en la comarca de Valdeorras tienen un gran centro productivo de este material. Esto se debió a que hemos pasado por un invierno de escasas precipitaciones en el norte europeo, el cual favoreció el trabajo y la venta de piedra a estos países. Y es que hoy en día, como os decimos, el uso de la pizarra está muy extendido por todo el planeta, sobre todo, en lugares altos, dado que la aplicación más común de la pizarra es en la construcción de cubiertas. Se trata de un material impermeable que cuenta con una gran facilidad para ser exfoliado en láminas de tan solo unos pocos milímetros de espesor, por lo que se convierte en un material idóneo para la confección de cubiertas, así como para hacer recubrimientos elegantes en otras estancias, como pueden ser los cuartos de baño. Es en este campo, en el que influye a la arquitectura en el que nosotros os recomendamos a Pizarras y Derivados, puesto que comprar pizarra a ellos es sinónimo de acabados de cine y buena calidad para nuestro hogar. Aunque la realidad es que la facilidad con que se trabaja permite adaptar las losetas a muchos y variados tamaños y formatos comerciales, con lo que se obtiene productos prácticamente diseñados a la medida de cada cliente y, prueba de ello es que también la podemos ver como recubrimiento en piscinas.
Los usos de la pizarra a lo largo de los años
Si bien es cierto que hoy en día usamos la pizarra como un componente estético de calidad, la realidad es que el uso de la pizarra en la construcción se remonta, casi, al principio de los tiempos. Su uso se ha ido extendiendo, sobre todo, en aquellos lugares donde se localiza a poca profundidad y se ha usado tanto para la impermeabilización de edificaciones como con fines estructurales de los mismos. Así, como es lógico, la pizarra que se usaba antaño en construcciones era tosca y con muy poca elaboración debido a que las técnicas que se empleaban, tanto para obtenerla, como para trabajarla, era bastante rudimentarias. No obstante, a lo largo de la historia siempre ha estado muy presente, además de en las construcciones, como elemento decorativo, así como parte principal en el arte funerario.