Abrir las ventanas para airear nuestra casa es un hábito muy positivo para mantener una buena salud dentro de nuestro hogar, en especial ante la amenaza del Covid; y es que el aire de los espacios debe renovarse para que continúe siendo respirable y beneficioso para el organismo. Sin embargo, no le damos la importancia que este pequeño gesto merece.
Aunque eliminar las sustancias nocivas que se van acumulando en las viviendas en verdad puede depender de diferentes factores, la ventilación es uno de los más importantes. Acompáñanos a averiguar por qué y aprende como ventilar de forma correcta tu casa de la mano del equipo experto en materia de La Ventana Perfecta.
Los beneficios de ventilar nuestro hogar
La conocida expresión de «el aire está cargado« la utilizamos para referirnos a que el ambiente de una determinada estancia está sobrecargado de este dióxido de carbono. Mientras que, cuando ventilamos:
- El aire se oxigena: esto porque se reduce la concentración de CO2, el gas que espiramos y que ya no nos sirve.
- Se regula la humedad: a veces es deseable aumentarla porque el aire está muy seco, lo que perjudica nuestras mucosas respiratorias. Mientras que otras veces hay que disminuirla para que no haya condensaciones.
- Se reduce el polvo: las partículas en suspensión y los malos olores son arrastrados por la corriente de aire que se crea al ventilar.
- Permitimos que el sol actúe: los rayos calientan y «desinfectan» en cierto modo las estancias, ya que los rayos ultravioleta actúan contra algunos microorganismos.
¿Qué pasa si no hay una correcta ventilación?
Por el contrario, cuando la vivienda no está bien ventilada, además de favorecerse la propagación de gérmenes, podemos sufrir bajones de energía, dolores de cabeza frecuentes, dificultades para dormir o se pueden intensificar síntomas respiratorios, como la tos.
Según los datos de la Agencia de Protección ambiental (EPA), una ventilación deficiente del hogar puede elevar considerablemente la concentración de algunos elementos contaminantes, como el dióxido de carbono (CO2) y el monóxido de carbono que pueden dispersar algunos electrodomésticos como hornos y estufas, además de partículas de alimentos, pelos de las mascotas y la humedad generada en el baño por las duchas o por las lavadoras.
En ese caso, las consecuencias de no abrir las ventanas ni ventilar correctamente las estancias de nuestro hogar son las siguientes:
- Prolifera el moho como consecuencia del exceso de humedad; y lo más preocupante es que para cuando notamos su olor, es porque ya estamos respirando esporas nocivas.
- Aumentan los gases tóxicos que son liberados por los objetos encolados (muebles, alfombras, objetos de plástico, etc.), los productos de limpieza o que forman parte de los humos de la cocina. En un espacio cerrado, la densidad de partículas y gases es mayor que en el exterior.
- Se multiplica el riesgo de alergias y de que las vías respiratorias se irriten, al igual que también se favorece la aparición de todo tipo de infecciones.
- Se concentran los gases contaminantes. Calderas, calentadores, estufas (de gas o de parafina) y chimeneas emiten este tipo de gases. Dichas emisiones se eliminan justamente haciendo que los aparatos expulsen los gases hacia el exterior.
- Se producen intoxicaciones leve, cuyos síntomas se parecen bastante a los que se dan en una gripe: fatiga, dolor de cabeza, mareo, náuseas, vómitos, falta de concentración e incluso alteraciones del ritmo cardiaco.
Factores que influyen sobre el aire limpio
Estos son los valores que debes cuidar para gozar de los beneficios de un aire limpio dentro de tu hogar:
1. Temperatura
El rango de confort se halla entre los 17 °C (en invierno, por la noche) y los 24 °C (en verano), y si la diferencia entre temperatura exterior e interior es demasiado acusada, tus defensas bajan.
Así que para evitar esos cambios de temperatura puedes:
- En invierno, abrigarte un poco dentro de casa y mejorar el aislamiento, sobre todo de ventanas y paredes que dan al exterior.
- En verano, graduar la entrada del sol con la ayuda de cortinas gruesas, alfombras y tapicerías.
2. Nivel de humedad
El nivel debe encontrarse entre el 35 y el 50% a lo largo de todo el año. Si está por debajo del 35%, lo cual suele ocurrir en invierno cuando la calefacción está demasiado alta, la piel, las mucosas y los ojos se resecan. No obstante, es más peligroso que la humedad supere el 50%, porque favorece el desarrollo de ácaros, mohos y bacterias.
Para controlar este nivel, compra un higrómetro para saber la humedad del aire y un aparato deshumidificador, o si quieres aumentar la humedad, un aparato humidificador de los que funcionan por ultrasonidos.
3. COVS (compuestos orgánicos volátiles)
Lo ideal es que en casa haya cero compuestos orgánicos volátiles, ya que son irritantes y, algunos, incluso cancerígenos. Además que causan irritación de los ojos y de las vías respiratorias, dolor de cabeza, mareos, trastornos visuales, fatiga, reacciones alérgicas en la piel y náuseas.
Por eso, emplea pinturas, barnices, colas, etc., sin disolventes y con sellos ecológicos o ingredientes básicos naturales. No utilices insecticidas químicos. Emplea medios naturales para controlar los mosquitos o las plagas de las plantas. No abuses de los productos de limpieza con perfumes.
¿Cómo y cuándo ventilar tu casa?
Ya que sabemos por qué es tan importante ventilar nuestro hogar, ahora debemos aprender la forma correcta de hacerla. Por ejemplo, el momento más adecuado del día y el tiempo que se debe dedicar a la ventilación dependen del tipo de clima local, el uso de la casa y la estación del año en que estemos:
- En invierno hay que ventilar en el momento más caliente, que sería en el mediodía, o aprovecharnos del momento en el que haya más sol.
- Por el contrario, en verano se ventila por la noche, lo que además sirve para refrescar al máximo la casa.
- Cualquiera que sea el clima, debemos ventilar al menos unos 10 minutos diarios.
- Cuantas más personas viven en una casa, más tiempo y más veces se debe ventilar.
- Los dormitorios se airean después de levantarse. Igualmente, se recomienda abrir las ventanas unos minutos antes de dormir, incluso en invierno.
¿Cómo se debe ventilar la casa durante el confinamiento?
La ventilación de nuestro hogar cobra aún más importancia dura estos tiempos en los que tenemos que tomar todas las medidas necesarias para mantenernos protegidos contra el Covid; y es que esto podría incidir en el aumento de los contagios.
Para José María Ignacio García, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Quirón Salud de Marbella, la correcta ventilación de los domicilios es fundamental:
Nueve de cada diez personas respiran aire con altos niveles de contaminantes; la contaminación del aire del domicilio, producido por la polución, humos de los cigarrillos, combustibles de biomasa o carbón, se correlaciona con el aumento en la morbilidad [cantidad de personas que enferman en un lugar] y en la mortalidad de pacientes con patología respiratoria crónica, aumentan las incidencias de neumonías, otras infecciones pulmonares y el cáncer de pulmón se agrava con la concentración de partículas nocivas detectadas en el interior de los domicilios.
Por esto, mientras estemos expuestos al virus, el Departament de Salut de la Generalitat de Cataluña aconseja ventilar todas las habitaciones de la casa, sobre todo aquellas en las que se concentran más personas, durante los 10 minutos de la norma general, pero tres o cuatro veces al día:
- 20 minutos cuando nos levantamos, para eliminar la acumulación de CO2 generada mientras dormimos, y sobre todo en los dormitorios.
- 10 minutos antes de comer, sobre todo en las habitaciones donde hemos pasado la mayor parte de la mañana: el salón, las habitaciones de los niños… Ya que como es la hora de mayor incidencia del sol, también aprovechamos de eliminar humedad, ácaros y otras bacterias que pueden intensificar los síntomas respiratorios.
- Después de comer también se debe ventilar la cocina para poder eliminar las partículas generadas al cocinar.
- Otros 10 minutos antes de acostarse para que, en el caso de los dormitorios, tengan una buena oxigenación que favorezca el sueño.
¿Cómo ventilar si hay una persona infectada en casa?
Si hablamos de que hay una persona contagiada en la casa, las medidas se intensifican; ya que de haber una mala ventilación de la estancia donde el enfermo infectado está confinado, los síntomas respiratorios pueden empeorar.
La persona debe permanecer en una habitación cerrada, pero con alguna ventana o salida al exterior para que pueda tener una buena circulación del aire que permita renovar el ambiente.
Otros consejos para mantener un ambiente sano
Además de las medidas expuestas en este artículo, también puedes tener estos pequeños gestos para mantener un ambiente sano:
- Quitarte los zapatos al cruzar la puerta de casa, ya que vienen de la calle cargados de polvo y contaminantes que luego se dispersan en el aire.
- Tener plantas en casa. Estas regulan en mayor o menor medida la humedad ambiental y, sobre todo, depuran el aire. Incluso, algunas también son capaces de eliminar gases tóxicos, capturándolos del aire y enterrarlos en la tierra.