Que los vehículos a motor han sido invenciones claves a la hora de entender la sociedad moderna es algo de lo que ya ni siquiera se habla porque se entiende como algo evidente. La comodidad de la que gozamos a día de hoy sería completamente imposible sin este tipo de objetos. No podríamos vivir en una casita a las afueras de la ciudad si no fuera porque tenemos un vehículo que nos permite llegar a nuestro trabajo de una manera rápida incluso aunque se encuentre en el centro de esa ciudad. Y tampoco tendríamos tanta facilidad para irnos de vacaciones a otros lugares de nuestra geografía. En definitiva, todo sería bastante más complicado.
Solemos apuntar, cuando hablamos de este asunto, la importancia que tiene un sector como el de la producción de automóviles, que además goza de una tremenda popularidad en España puesto que son muchas las personas que se dedican a él y se encuadran en alguna de las plantillas de sus empresas. Pero, por regla general, nos solemos olvidar de la relevancia que tiene otro tipo de negocios que tienen que ver con el sector automovilístico. Negocios como los talleres, que son imprescindibles a la hora de resolver los problemas que un vehículo nos pueda dar a lo largo de su vida.
Teniendo en cuenta que, con el paso de los años, se ha ido endureciendo el control sobre los vehículos y sobre todas esas propiedades y características que deben atesorar para pasar inspecciones como la de la ITV, parece lógico pensar que encontrar un taller de confianza se haya convertido en una de las necesidades más grandes para todos los propietarios de vehículos en España. Desde Talleres Carmelo así nos lo aseguran, comentándonos que ha crecido la cantidad de personas que acuden al taller a lo largo del año y el número de revisiones que solicitan.
Está claro que, en lo que llevamos de siglo XXI, una de las prioridades para las administraciones públicas ha sido la de aumentar la seguridad vial, una seguridad que se estaba resquebrajando a finales del siglo XX y que ha obligado a incorporar un carnet de conducir por puntos, a recrudecer las multas y a hacer muchas más inspecciones que establezcan la seguridad de los vehículos y que tengan la competencia para eliminar de la circulación aquellos que supongan un peligro para el resto de conductores y, por supuesto, también para los peatones.
El taller, una pieza básica en la nueva seguridad vial
El taller se ha erigido como una de las claves en lo que respecta a la consecución de los objetivos que os hemos descrito en el párrafo anterior. Y es que estas empresas son las encargadas de resolver todos esos problemas en los vehículos y de convertir a estos objetos en algo seguro, cosa que es fundamental para que se haya reducido el número de accidentes e incidencias en nuestras calles y plazas en los últimos años. Confiar en los talleres está dando resultado y está claro que las políticas futuras en seguridad vial siempre van a tener en cuenta a negocios de este tipo.
Una noticia que fue publicada en el portal web especializado Infotaller TV aseguraba que uno de estos negocios factura, de media, 470.000 euros al año. Los datos son del año 2015, pero tenemos la sensación de que se han mantenido durante estos cinco años que han pasado desde entonces. La cantidad es interesante y ha crecido si la comparamos con la que se facturaba a principios de siglo. Eso se debe a ese aumento en la apuesta por la seguridad vial.
Hay otro dato que queremos compartir con todos vosotros y vosotras y que pone de relieve la importancia que tiene un conjunto de negocios como el de los talleres en nuestro país. Y es que los españoles, en el año 2019, nos gastamos 13.000 millones de euros en reparaciones de nuestros vehículos. Es un dato que nos ofrecía el diario Vozpópuli, que explica también la existencia de esta cifra con el aumento de la edad media de los vehículos de nuestro país, que también viene creciendo de una manera considerable de un tiempo a esta parte.
Es importante que mantengamos a todo el parque de vehículos de nuestro país perfectamente reparado para evitar desgracias. Es algo que nos compete a todos y que exige nuestra responsabilidad. Tenemos las herramientas para hacerlo, que no son otras que las de los talleres a los que nos hemos venido refiriendo a lo largo de este artículo. Solo hace falta voluntad y ganas de querer hacer bien las cosas por parte de la sociedad civil, algo que estamos seguros de que existe y que también ha tenido una influencia muy grande a la hora de hacer más seguras las calles de nuestras ciudades.